Padecer ansiedad es horrible porque todo a nuestro alrededor es como un agujero negro que parece no tener fondo.
Hace poco más de un año fui diagnosticada con trastorno de ansiedad y depresión profunda y puedo decirles que sufrir un ataque de ansiedad es una de las experiencias más terribles que puede vivir una persona.

¿Qué es el trastorno de ansiedad?

Mohamed Hassan en Pixabay

Según la Clínica Mayo “sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastorno de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. En los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos” y eso mis estimados, es lo que causa el ataque de ansiedad.

De acuerdo con la información de la Clínica Mayo existen varios tipos de ansiedad. Algunos son fobias y otros son trastornos causados por ciertas circunstancias como una experiencia traumática, una pérdida, consumo de drogas, mucho estrés o una enfermedad.

¿Cómo se siente un ataque de ansiedad?

Es horrible. Yo comencé a tenerlos a raíz de una experiencia traumática que me generó trastorno de estrés postraumático (de lo cual les hablaré en otro artículo) y eso desencadenó los ataques de ansiedad. El primer ataque de ansiedad que tuve fue tan fuerte que llegué a pensar que iba a morir en ese momento.
Los síntomas físicos son:

  • Dolor en el pecho
  • Respiración agitada
  • Sudoración fría
  • Diarrea
  • Aceleración del ritmo cardiaco
  • Descargas de adrenalina muy fuertes y constantes
  • Náuseas
  • Continuas ganas de orinar

Los síntomas emocionales:

  • Miedo incontrolable
  • Sensación de que algo malo está por ocurrir-me
  • Sentimiento de amenaza
  • Desesperación

No hay nada peor.

Stephanie Ghesquier en Pixabay

Claro, yo les estoy hablando desde mi experiencia. Cada persona puede experimentar una sintomatología similar o diferente, aunque los síntomas físicos sí son más generales.

Supe que necesitaba ayuda

Tuve que acudir con una psicóloga quien de inmediato me solicitó ir a ver a un psiquiatra para que me diagnosticara y viera si necesitaba tomar algún fármaco. Así que fui con el que ella me recomendó. El médico me diagnosticó trastorno de ansiedad y pánico vinculado a depresión profunda, además del trastorno de estrés postraumático.

Sí, lo ideal es acudir con un especialista para que nos ayude a controlar el problema. Además de que es algo cierto que detrás de los trastornos emocionales existe una historia de vida que sólo estaba esperando el detonante para explotar.

¿Qué ocurre en nuestro cerebro?

Imagen de teeveesee en Pixabay

Ay la famosa química cerebral que tantito se altera y se arma un desmadre en todo nuestro organismo y se fastidió la vida, pero así es como funciona nuestro adorado cerebro. Con la ansiedad sucede que hay algo en el sistema nervioso simpático donde una hormona llamada adrenocorticotropa (a ver, díganlo rápido) regulada por el hipotálamo se activa y desencadena una serie de respuestas en nuestro organismo activando las glándulas suprarrenales, de lo cual les platiqué en el artículo sobre el cortisol , que también es liberado gracias a estas glándulas. Obvio todo esto provoca varios cambios en algunos órganos de nuestro cuerpo porque al final todo está conectado y todo esto sucede durante un ataque de ansiedad.

¿Cómo combatir a la ansiedad?

Lo ideal sería aprender a controlar a nuestra mente para evitarnos tantas molestias con el estrés, la ansiedad, la depresión y demás, pero no siempre es tan sencillo. Controlar la mente requiere de muchas herramientas como la inteligencia emocional, la autoconfianza, autoestima alta y otras cosas que no todos tenemos bien afianzadas.

La clave está en la respiración. Durante un ataque de ansiedad nuestra respiración se altera y el ritmo cardíaco aumenta deliberadamente. Calmar la manera en que respiramos permite que nuestra sangre oxigene mejor y por lo tanto nuestro ritmo cardíaco se comienza a regularizar.

Existen varias técnicas de respiración que podemos encontrar en internet para memorizarlas y echar mano de ellas cuando tengamos un ataque de ansiedad. Una vez que nuestra respiración está calmada lo demás es un poco más sencillo. Podemos relajar nuestras extremidades haciendo algunos ejercicios básicos y suaves. También les recomiendo los tips que Sara Gazar nos da para sobrellevar la ansiedad ahora que nos encontramos guardados en casa.

Emociones positivas vs emociones negativas

No sólo nuestro cuerpo, también lo que pensamos en el momento de sufrir un ataque de ansiedad es importante. Mucha de nuestra ansiedad es impulsada porque tenemos pensamientos que generan emociones negativas principalmente de miedo y lo peor es cuando sobrecargamos esas emociones. Darle vueltas y vueltas a un pensamiento es sólo calentar más la leche que ya está hirviendo, y ¿qué pasa cuando la leche hierve? se derrama de la olla. Justo eso pasa con la ansiedad.

Tenemos que aprender a no exagerar nuestras emociones. Deshacernos del “y si…”, del “y que tal si…”, de pensar en cosas que no son reales pero que en nuestra mente ya son primera plana en el periódico nacional. No es sano, solo atraemos energía negativa y nos provocamos malestares innecesarios.

Cambiar eso por emociones positivas nos va a ayudar mucho. Decretar en positivo, sentirnos tranquilos, intentar con toda nuestra fuerza interna pensar positivamente es ideal. Ayudarnos de la música que nos gusta, de la lectura, de los hobbies, comer bien es muy importante. Poder sentirnos felices, alegres, de buen humor, en paz.

Es difícil al principio, pero sí se puede lograr cambiar las emociones negativas por positivas. En el día tengo lo que llamo “picos de ansiedad” que duran entre 10 y 30 minutos  y los controlo con respiración y repitiéndome un mantra que yo me creé y que dice “todo está bien, todo es bueno y todo es positivo”.

Hay días buenos y otros definitivamente malos.

Hay días en que me siento perfectamente o casi perfectamente, y otros en que no me quiero ni mover, pero hago todo lo que puedo por mantenerme tranquila. Es un proceso y hay días buenos y otros malos, pero poco a poco estoy tratando de superar a la ansiedad.

Por favor si ustedes o alguien que conocen padecen de un trastorno psicológico busquen ayuda profesional de inmediato. No se esperen a que sea algo que les esté consumiendo la vida para actuar. La constancia en el tratamiento psiquiátrico y la terapia psicológica es sumamente importante.
Si necesitan ayuda pueden visitar el sitio del Instituto Nacional de Psiquiatría para obtener asesoría profesional.
Gracias por leerme 🙂


Señorita Cortisol

Soy comunicóloga, adoro escribir y leer novelas. Me encantan la pasta y las series policiacas y siempre disfruto de tomar una taza de café con mis amigas.