¿Alguna vez se han sentido tan abrumados o rebasados por las cosas que están sucediendo en su vida en ese momento, y no saben ni para dónde voltear? Debo confesar que en las últimas dos semanas me ha estado sucediendo eso y siento que, tal cual, como olla express sin cuidar, estoy a punto de explotar.
Mi cortisol anda muy alto en estos días. Han ocurrido muchas cosas, lo cual ha implicado más presión en mi realidad cotidiana, más estrés, más cortisol. Está sucediéndome algo muy parecido a lo que les ocurre a los empleados cuando ya están hasta la m…aceta de trabajo y no pueden más.
Y eso que aún no encuentro trabajo…
Una cosa tras otra
Primero, fui rechazada de la vacante de empleo de la que les hablé en mi último artículo “Entrevista de trabajo que eleva el cortisol” y en cuya aplicación logré llegar hasta tercera base, pero al final no fui seleccionada. No me deprimí, tampoco me desanimé, pero al final es un rechazo y en verdad lo tomé con muy buena actitud para poder continuar con mis demás actividades.
Días después me entero que un buen amigo de mi mamá a quien conocíamos desde hace muchos años falleció a causa de Covid 19. Me pegó muchísimo la noticia. Me sentí muy triste por él porque me caía muy bien y siempre estaba de buen humor, con disposición de ayudar en lo que pudiera y era súper buena onda con mi mamá, con mi hermana y conmigo.
Todo empezó a juntarse
Comencé a ver en mis redes sociales que varios amigos y/o sus familiares se contagiaron de Covid 19 o perdieron a un ser querido a causa de este virus. Empecé a sentir ansiedad nuevamente. Aun así mostré resiliencia y continué haciendo mis actividades a pesar de que empecé a sentirme así. Seguí escribiendo para mis blogs, seguí buscando trabajo, cursando mi Master y haciendo mi rutina normal, entre otras cosas.
Y para cerrar con broche de oro operaron a mi hermana por un tema que trae en uno de los dedos de la mano y me asignan la misión de resolver una cuestión jurídica (nada grave afortunadamente) porque mi mamá no debe salir de casa y yo soy como su “administradora” por ahora. Gracias a Dios la cirugía de mi hermana salió muy bien y he tenido el apoyo de mi cuñado para atenderla y así pude enfocarme en el asunto de mi mamá.
La ansiedad no se hizo esperar
Hace una semana tuve un ataque de ansiedad fuerte y estuve de un humor endemoniado. Entendí que el estrés se me subió y la olla express está a punto de explotar. Esto es algo muy parecido al síndrome de burnout, que básicamente es fatiga física, emocional y/o mental acompañada de baja motivación, bajo desempeño en las actividades cotidianas y actitudes negativas hacia uno mismo y hacia otros. Así me he sentido.
El insomnio ha vuelto con más fuerza, ya de por sí dormía mal y tensa (eso no se me ha quitado), despierto con el ataque de ansiedad esperándome a lado de mi cama, de nuevo he estado perdiendo el apetito y otra vez traigo el cortisol elevado como hace seis meses. Ya estaba mejorando, pero al final son ciclos y la mente, por mucho que uno se esfuerza por controlarla o ayudarla a mantener el control, a veces no se deja.
Desafortunadamente una de mis tías falleció hace un par de días y se me rompió el corazón con la noticia. En verdad la quería mucho.
Todo va a estar bien
He estado usando mucho la palabra “confianza”. Sé que todo va a volver a la normalidad y todo se va a acomodar. Estoy intentando mantenerme lo más tranquila posible para no estresarme de más. Sé que debo cuidarme mucho y no permitir que la ansiedad vuelva a adueñarse de mi vida. Ya les estaré compartiendo después cómo va todo por acá.
Espero que ustedes se encuentren muy bien y les agradezco mucho que me lean. Cuídense mucho por favor.
Foto de portada de Peter Bauer en Pixabay.